martes, 2 de mayo de 2017

Sacos o Bolsas de dormir

Al elegir un saco de dormir, es necesario valorar nuestras necesidades partiendo del uso que vamos a darle. No es lo mismo utilizar un saco para ir de camping, que para hacer media o alta montaña. Tampoco nos servirá igual para cualquier estación del año, así que su adquisición será adaptada a la estación en la que normalmente lo utilicemos.
Primeros integrantes Grupo Scout Quinto Centenario
Lo ideal sería disponer de 2 sacos: uno para primavera-verano (épocas calurosas) y otro para otoño-invierno (utilización con frío intenso), aunque lo más habitual es disponer de un solo saco, polivalente para las 4 estaciones del año. Los más polivalentes y usados en nuestro país son los sintéticos de gama alta (invierno), ya que suelen ser suficientes para salir durante casi todo el año.
Hay que tener en cuenta que no solo el tipo y cantidad de relleno afectarán a la capacidad de retención térmica de un saco. Su construcción será determinante para proporcionar las máximas prestaciones en cualquier postura y situación.

Partes de un saco
Exterior. Se utilizan nylons y tejidos similares. Los tratamientos de hidrofugado ayudan a repeler la humedad ambiental. Los confeccionados con tejidos impermeable /transpirable pueden utilizarse tranquilamente en vivacs, aunque para estos casos utilizaremos normalmente las fundas de vivac.

Interior. Suelen ser de nylon o de algodón. El nylon es mucho más ligero que el algodón, pero a diferencia de este último, con el sudor se pega a la piel. El algodón, en verano, absorbe la humedad generada por la transpiración y en invierno retiene el calor.

Rellenos. Son los que nos protegerán realmente del frío. El sistema consiste en conseguir formar el mayor número posible de cámaras de aire del mínimo tamaño. El peso y volumen del material serán los menores posibles. Las fibras sintéticas permiten meter el saco directamente en la lavadora, con el mínimo de cuidados y son los ideales como sacos de verano, los cuales, a consecuencia del sudor, se ensucian antes. Los sacos de gama alta utilizan fibras de menor volumen, con retenciones térmicas superiores. La pluma tiene la propiedad de expandirse y comprimirse mejor que la fibra. También ocupa menos espacio cuando el saco está dentro de su funda y a igualdad de prestaciones, pesa menos. Su inconveniente es que son más delicados que los sintéticos y hay que evitar que se mojen, razón por la cuál, en su interior algunos modelos llevan nylon y no algodón (el algodón absorbe humedad). Tampoco puede lavarse a menudo como el caso de las fibras y debe realizarse con productos especiales. De no ser así, la pluma se apelmaza y se crean huecos en el interior de las cámaras del saco.

Costuras. Un saco de altas prestaciones siempre dispondrá de costuras internas /externas disociadas o desplazadas. Los sacos que dispongan de única costura, transmitirán directamente el frío a través de ellas.

Cremallera lateral. Permitirá entreabrirlo si la temperatura es alta. Las cremalleras especiales de los sacos invernales evitan que se hielen. Los modelos que disponen de una tapeta con el mismo relleno que el resto del saco evitan la entrada del frío, el viento y la lluvia. Normalmente los diestros elegirán un saco con la cremallera a la izquierda y los zurdos a la derecha para facilitar su uso. Casi todos los sacos del mismo modelo, que dispongan de ambas cremalleras, podrán ser unidos, formando lo que sería un único saco de 2 plazas.

Collarín térmico. Es una pieza que, unida al interior del saco, puede ceñirse alrededor del cuello. Evita la pérdida del calor del cuerpo, permitiendo si se desea, dejar la entrada del saco totalmente abierta. Todo saco utilizado para fríos extremos debería disponer de collarín.

Capucha. Su diseño contribuirá a evitar pérdidas de calor en la zona de la cabeza.

Loft. Es el grosor o volumen que adquiere el saco al expandirse su relleno. Dependiendo del tipo de relleno (pluma o sintético) y su calidad, nos aislará más o menos. Así pues, dos sacos con el mismo loft no tienen porque aislar igual, sino que simplemente tendrán el mismo grosor.

Cotas perimétricas. Llamaremos cotas perimétricas a los perímetros de hombros, parte central y bajos o pies del saco.

Tipos de Saco
Expedición y grandes alturas. Preparados para las condiciones más frías del planeta. Normalmente confeccionados de plumón (duvet).

Alta montaña o 4 estaciones. Suelen emplearse para temperaturas bajo cero, llegando a oscilar éstas aproximadamente entre los -5º C y los -20º C de temperatura confort. Los de mayor retención térmica son los de 'duvet'. Los de fibras sintéticas de alta calidad ocuparán mayor volumen y pesarán más.

Trekking o 3 estaciones. Ligeros y resistentes. Pensados para utilizarlos en temperaturas moderadas, algunos modelos pueden llegar a cubrir las necesidades de utilización en temperaturas bajo cero, aunque no muy frías. Los modelos más ligeros nos evitarán pasar calor con temperaturas elevadas, al igual que la capacidad de entreabrir la cremallera lateral si la temperatura es alta. Los de fibra podrán lavarse a menudo.

Super-ligeros. Como su nombre indica, la principal característica es su poco peso y reducido volumen para el transporte. Pueden estar confeccionados tanto con fibras como con pluma. Hay que ser conscientes de que un saco tan delgado no puede protegernos del frío intenso.

Transformables. Se trata de la opción más sencilla. Ya no son tipo momia sino cuadrados y por lo tanto dejan escapar el calor corporal alrededor de los hombros. Su cremallera perimétrica permite el desmontarlo para utilizarlo como una manta o bien conectarlo con otro saco de iguales características.

Temperaturas Máximas
Hay que tener en cuenta que el indicador de temperatura especificado por cada fabricante, siempre está dado en su límite extremo, pudiendo variar según el metabolismo del usuario, la humedad ambiental, presión atmosférica, velocidad del viento, cansancio, alimentación inadecuada y la propia noción de frío. Estas cifras deben ser empleadas como instrumentos comparativos y debemos interpretarlas a modo de orientación y nunca como valores absolutos.

Si realizamos una estancia dentro de un saco, con una temperatura exterior al límite de su temperatura máxima, lo pasaremos realmente mal si no nos protegemos con algo más.
No solo el tipo y cantidad de relleno afectarán a la capacidad de retención térmica de un saco. Su construcción será determinante para proporcionar las prestaciones de dicho saco en cualquier postura y situación.

Consejos de Utilización
Agitar el saco enérgicamente para que las fibras huecas recojan aire y aumenten de volumen. De este modo se consiguen aumentar sus cámaras de aire (loft) y mejorar su retención térmica.
En situaciones de frío extremo, cubrir la cabeza con un gorro de lana, pluma o fibra térmica. Con ejercicios gimnásticos antes de acostarse temperaremos antes el interior.
Si nuestras ropas están húmedas podemos utilizar el saco como secadora. Si las temperaturas son muy bajas, protegeremos nuestras botas colocándolas en el fondo del saco, dentro de una bolsa de plástico o papel, para que no se endurezcan.
Dormir con la ropa utilizada durante la jornada disminuye el descanso. El sudor y la humedad dificultan el sueño. Utilizaremos poca ropa y es conveniente saber que para dormir es mejor un par de prendas finas que una gruesa.
La humedad generada por la transpiración se acumula en el relleno del saco, haciendo que éste pierda parte de su capacidad térmica. Por la mañana extraeremos su interior para airearlo.
El peso de la persona comprime el relleno del saco, disminuyendo su protección térmica. El frío y la humedad procedentes del suelo son muy perjudiciales para nuestro organismo. Por ello, es importante la utilización de colchones aislantes, que además evitarán que las irregularidades del terreno dañen nuestra espalda.
Utilizar una funda de vivac aumentará la retención térmica del saco, además de protegernos de la humedad, manchas en el saco y desgarrones.
Con un saco demasiado largo se tendrá que calentar mucho más aire y por tanto será más frío. La mayoría de los sacos son de longitud única, así que puede utilizarse una cuerda o ropa para atar los bajos y reducir el tamaño interior.
Mantener el saco seco, aunque sea sintético. Llevarlo en la mochila dentro de una bolsa es muy fácil y se asegura mantenerlo seco, aunque se camine en lluvia.
Como almohada, lo más fácil es usar la funda del saco lleno con ropa. Algunos sacos poseen compartimiento con el mismo objetivo.

Consejos para la Conservación
Colgar el saco cuando no se utilice para evitar que la presión de la funda de transporte deteriore sus fibras. Esto es muy beneficioso para los sacos de pluma.
Un buen saco de plumas permanecerá en la funda de transporte (funda de compresión) el tiempo mínimo necesario. Cuando no se utilice, se usarán las fundas de almacenaje especiales para ello. Así evitaremos que la pluma se apelmace.
Es conveniente guardar los sacos (sobre todo los de pluma) en su funda sin enrollarlos. De otro modo, al repetirse siempre los mismos pliegues, quedarían zonas del relleno vacías. Empezar a embutirlo en su funda por los pies, a la vez que se reparte el volumen por toda la zona. De este modo el aire saldrá por la cabeza del saco sin dificultad.
No fumar dentro del saco, ya que sus materiales suelen ser altamente inflamables.
En caso de rotura, quemadura o desgarrón, utilizar los adhesivos especiales para repararlos.
Utilizar fundas interiores de algodón nos evitará tener que lavar regularmente el saco, pues solo tendremos que lavar ésta.

¿Cómo limpiar el Saco?
Un saco de dormir con unas mínimas prestaciones solamente puede lavarse con productos especiales para ello.
Se dejará secar a la sombra. Los de pluma pueden tardar hasta 5 o 6 días en secar.
Nunca utilizaremos secadora.
El saco de pluma se extenderá en horizontal y cuando esté seco se desmenuzará y desapelmazará la pluma, sacudiéndolo hasta que recupere su loft.

Materiales naturales: sacos de pluma de ganso. El problema puede aparecer en días lluviosos o de alta humedad ambiental. La pluma pierde mucho su capacidad cuando está mojada. Una vez mojada toma mucho tiempo lograr secarla.

Materiales sintéticos:
estos materiales no llegan al nivel de aislación, con el mismo volumen (bulto) que la pluma. Sin embargo la gran ventaja se tiene una capacidad aislante estable cuando están mojados.

Tipos de Pluma
Existen distintas calidades y su clasificación de mayor a menor retención térmica sería el duvet, el plumón y la pluma triturada. Con el duvet difícilmente notaremos el tacto de la caña, que en definitiva es la que reduce el efecto de retención térmica y reduce la capacidad de compresión.

A las pulgadas cúbicas ocupadas por una onza de pluma se le llama "cuin". Cuanto más alto sea el "cuin", mayor será su espesor (loft) y mayor retención térmica aportará. Por normal general 500 cuin suele aceptarse como el estándar.

Rellenos de Fibra
Hollofil II®. Fibras huecas de poliéster Dacron, con 4 canales y siliconadas. Suave al tacto y resistente al lavado.

Hollowfibre 4®. Fibra con 4 canales huecos en su interior, que retienen hasta un 20% más de calor que una fibra sólida, incluso en mojado. Antialérgico y muy resistente al lavado.

LCW®. Poliéster siliconado que entremezcla un 70% de fibras huecas (ligeras y atrapan eficazmente el calor) y un 30% de microfibras espirales (elásticas para mantener el loft).

Micro-loft®. Microfibra con un gran poder de retención calorífico incluso en mojado y reducido volumen. Antialérgico y muy resistente al lavado.

Polarguard® 3D. Fibra continua resistente y duradera. Altamente comprimible en reducidos espacios, tiene un alto poder de retención térmica y un peso similar al de la pluma.

Thermolite® Extreme. Combinación de 3 fibras. La primera tiene un fino denier para una buena retención térmica y compactibilidad. La segunda otorga gran resistencia y durabilidad al tejido. La última está anillada configurando una especie de muelles que propician el loft. Es antialérgico, inodoro, resistente al lavado y seca rápido.

Thinsulate® Liteloft. 75% poliéster y 25% polipropileno. Las fibras individuales tienen una camisa exterior con un punto de fusión menor que el alma interior. Con ello se soporta mejor el desgarre que soportan los cajones sintéticos que lo llevarían a un pronto envejecimiento. Es ideal para utilizaciones en que continuamente se mete y saca el saco de su funda. Gran poder térmico.

Trevira® Fill. Fino entrelazado de fibras elásticas que forman millones de cámaras de aire. Desplaza la humedad hacia el exterior y mantiene el calor, confiriendo un mayor confort. Un acabado con silicona permite a la fibra obtener una gran capacidad de deslizamiento, suavidad y poder de recuperación. No retiene el polvo ni produce alergias.


Partes de un Saco


01. Base espaciosa
02. Tapéta térmica en cremallera
03. Ceñidor de cabeza
04. Capucha ajustable
05. Collar térmico ceñidor
06. Velcro® de ajuste en hombros
07. Costuras diferenciadas
08. Cremallera de doble cursor09. Bandas anti-deslizantes
10. Cintas para colgar

Aislantes
Como su nombre genérico indica, los aislantes resultan indispensables para aislarnos de la humedad y el frío del terreno y en especial de la nieve.
Contribuyen a reducir el deterioro del saco de dormir y además nivelan mínimamente las ondulaciones producidas por las piedras y ramas, aunque pueden resultar muy rígidos para una espalda delicada.


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