miércoles, 26 de abril de 2017

Impactos ambientales en campamentos o campings

Muchas veces hemos escuchado el comentario de que en tal o cual lugar no admiten a los scouts porque sencillamente han dejado el lugar "peor de como lo encontraron" y esa es una realidad no aceptada a veces por los dirigentes. Este tema esta dedicado a poder planificar la parte del campamento que no vemos o como dicen los magos: "mientras más mires menos ves". Preocúpate del entorno. Lee y practica estos puntos que te pueden ayudar en una futura salida.
Muchas veces terminamos el campamento, recogemos y decimos: "bien, todo está como al principio" y eso no es verdad, seguramente casi nada estará como antes de llegar nosotros.
Si somos capaces de observar la vida de un campamento con especial atención, nos daremos cuenta que una gran parte de nuestras actividades son en alguna medida contaminante. Conocer estas posibles contaminaciones y tratar de evitarlas es el propósito de este estudio.

Ruido
A nosotros que vivimos en una civilización de ruido esto no nos parece una contaminación, pero hemos de tener en cuenta que gran cantidad de animales dependen para su vida de su capacidad de captar y distinguir sonidos (así, una algarabía puede hacer que un animal sea la cena de su depredador correspondiente).
Normalmente los animales reaccionan con la huida ante el ruido pues para ellos significa inseguridad. La solución es difícil, pues no se puede mantener en total silencio un campamento, pero sí evitar los ruidos excesivos y sobre todo los nocturnos, pues es la noche el momento en el que ciertos animales dependen única y exclusivamente del oído para su supervivencia.
Si hemos acampado en la linde de un bosque, advertir que nuestra vida dentro del mismo sea lo más silenciosa posible.

Pisadas
Cuando acampamos en una pradera de hierba que aún no ha sido segada tenemos la sensación de estar en un mundo salvaje. Sin embargo, al segundo o tercer día nos damos cuenta de que lo que al principio era un mar de espigas luego se convierte en un mapa de carreteras.
Soluciones: procurar no hacer caminos "oficiales", es decir, no obligar a los jóvenes a ir por los mismos sitios, sino todo lo contrario, y sobre todo no permitir el paso por donde haya árboles retoños.

Deyecciones
Respecto a las deyecciones, podríamos pensar que el aumento de éstas en un campo no es un perjuicio sino todo lo contrario. Bien pues esto no es exacto. Normalmente cuando se instala un campamento se disponen unas letrinas donde todo el mundo está obligado a asistir. Esto supone que todas esas deyecciones se van a acumular en un solo sitio y normalmente revueltas con papel y algún desinfectante. Si el campamento no es demasiado grande, lo mejor es hacer varias letrinas en el trascurso del mismo y evitar arrojar los papeles al mismo hoyo. Esto también se puede evitar poniendo una caja de cartón o bolsa de basura en la letrina donde se arrojan los papeles.
Para evitar la afluencia de insectos no debemos utilizar desinfectantes basta cubrir las deyecciones con una fina capa de tierra y, si se quiere, con algo de cal (nunca en exceso).
No debemos instalar ninguna letrina cerca de una vía de agua ni por encima de algún manantial, para evitar la contaminación por filtraciones.

Humos
Los humos que producen el campamento provienen principalmente de las cocinas, las fogatas y la quema de residuos sólidos, cada uno de ellos muy diferentes en su grado de contaminación. El producido por las cocinas, si son de leña, se puede considerar similar al de las fogatas.
En este caso debemos considerar dos factores y otro más colateral:
Los dos factores de contaminación directa son: el aumento de partículas suspendidas en el aire y la producción de una señal que para muchos animales va a ser interpretada como de peligro.
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En el primer caso, aunque nos parezca que una pequeña cocina o fogata no contamina apenas, debemos considerar la contaminación en su aspecto más global y que, por muy pequeña que sea nuestra aportación ésta se suma a la gran contaminación atmosférica que soporta el planeta.
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En el segundo caso ya hemos esbozado las posibles reacciones de los animales ante situaciones de peligro y sus consecuencias.

Pero sin duda alguna lo más importante es lo que he dado en llamar factor colateral; me refiero simplemente al hecho de que cuando hacemos una hoguera, lo que quemamos es madera.
Debemos considerar en este punto que nuestra actitud potencia la ya alarmante situación de desertización de nuestro país. Las soluciones a esta contaminación son variadas:
1.
Primero y lo más importante, no hacer nunca fuego SI no es necesario.
2.
Segundo, hacer simplemente el fuego que necesitemos (para freír un huevo no hace falta quemar 5 Kg de madera)
3.
Tercero hacer el fuego bien , y esto quiere decir escoger la madera apropiada y evitar los fuegos humeantes.

Respecto a cómo se hace un fuego no vamos a hablar de ello pero sí respecto a la elección de la leña:
Por lo tanto, si hemos de encender fuegos en nuestro campamento, evitaremos cortar árboles o ramas y nos dedicaremos sin embargo a recoger leña del suelo. A ser posible esta recogida la haremos ordenadamente, es decir en vez de recoger al azar por todo el bosque, tomaremos una franja de éste y la limpiaremos minuciosamente.
El otro foco se producción de humos es la quema de residuos sólidos (hoyo de desperdicios). Sin duda alguna, aquí es donde se produce una mayor y más grande contaminación de humos.
Algunos de estos materiales en combustión emanan gases o partículas altamente nocivas:
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Los hidratos de carbono contenidos en los alimentos desprenden dióxido de carbono y agua.
·
Las grasas desprenden, además de los anteriores, fosfatos.
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Las sustancias proteicas (contenidas en los alimentos) desprenden aminoácidos, dióxido de carbono, agua,...
·
Los plásticos contienen diversos elementos en sus moléculas que, por procesos de combustión, desprenden gases peligrosos (como el PVC que en unión con la atmósfera del aire húmeda, puede formar ácido clorhídrico de gran poder corrosivo).
Por tanto, no podemos olvidar que al hacer una combustión estamos enriqueciendo la atmósfera de la zona de gases como el monóxido de carbono y el dióxido de carbono cuyo efecto principal es el de la elevación de la temperatura de toda la superficie de la Tierra.
La solución a estos problemas radica en una utilización racional del hoyo de desperdicios, tema del que nos ocuparemos más adelante.
                                
Sustancias Químicas
Hay quien piensa que todas las sustancias químicas son naturales y también por lo tanto su utilización. Sin embargo tenemos que darnos cuenta de que el hombre ha sintetizado gran cantidad de sustancias químicas "no naturales". La utilización de este tipo de sustancias químicas produce contaminación por nuevas aportaciones y, en todo caso, una acumulación excesiva de una sustancia "natural" en un mismo sitio que puede provocar un grave desequilibrio ecológico.
Las sustancias químicas que contaminan más frecuentemente en un campamento son:
· aceite y grasas
· aerosoles
· detergentes
· desinfectantes

Aceites
Los que se utilizan y vierten en un campamento provienen normalmente de la comida, aunque a veces también utilizamos algunos derivados del petróleo, como lubricantes. En cualquier caso la contaminación del agua por aceites, ya sean vegetales, animales o derivados del petróleo, es una de las más graves que podemos cometer: Un litro de aceite convierte un millón de litros de agua en impropios para el consumo.
· Solución: No debemos verter nunca aceite al agua directa o indirectamente.

Detergentes
"Las espumas producidas por detergentes sintéticos inhiben la acción de las bacterias germicidas en el estado natural del ciclo biológico de las aguas corrientes o utilizadas en las estaciones de depuración eliminan microbios y virus. Estas espumas detienen la oxigenación de los ríos y contribuyen a convertirlos en cloacas mugrientas y pestilentes".
El problema de los detergentes es difícil de controlar utilizados tanto para el aseo personal como para la limpieza de vajilla y el lavado de ropa. Todos los detergentes son contaminantes tanto si son biodegradables como no, es decir, no hay mecanismos en la naturaleza que aseguren su asimilación.
·
Para la limpieza de la vajilla y de la ropa es muy recomendable la utilización de pastillas de jabón siempre que no contenga perfume.
·
Para el aseo personal procuraremos utilizar jabones no perfumados (por ejemplo de glicerina).
En cualquier caso, lo mejor es no lavar nada directamente sobre el río e instalar lavaderos suficientemente alejados de éste o de cualquier manantial que viertan al río después de pasar una serie de filtros.

Aerosoles
Con relación a los aerosoles diré simplemente que no se utilicen bajo ningún concepto. Está demostrado que la utilización de este sistema para propalar líquidos disminuye la corteza de ozono de la atmósfera terrestre con el consiguiente aumento de la temperatura del Planetas. No olvidemos además que los envases en los que se venden los aerosoles, una vez utilizados no sirven para nada.

Desinfectantes o insecticidas
Debemos evitar a toda costa su utilización pues son perjudiciales para el ecosistema donde acampamos y muchas veces para nosotros mismos, y sobre todo, no olvidemos que los efectos de algunos insecticidas son acumulativos, por ejemplo el DDT.

Cambios en el Terreno
En el grupo de contaminación por nuevas aportaciones tenemos como primer tema los cambios en el terreno. Nuestro afán por construir en un campamento puede convertirse en una gran destrucción si no hacemos las cosas bien.
Siempre que hagamos un agujero en el terreno debemos conservar la parte superior o tierra vegetal (hierba y humus) en un sitio fresco y, si es necesario, regarlo durante nuestra estancia para poder volverlo a colocar cuando cerremos nuestro hoyo, cosa que por supuesto debemos hacer siempre. Esto es muy importante, pues en esta capa es donde tiene su habitar un gran número de especies, además de servir de protección al terreno ante el arrastre de las aguas.
Siempre que hagamos una represa en un río o canal, deberemos comprobar que no impedimos con nuestra actitud los movimientos de algún animal y en todo caso devolveremos al río su estado natural al irnos.
Nunca debemos cortar árboles, salvo que ya estuvieran destinados a tal fin y siempre procurando que la tala de un árbol no dañe a ningún animal que en él habite o a los árboles que lo circundan.
En resumen, debemos procurar hacer los menos cambios posibles en el terreno y, en todo caso, que estos cambios sean reversibles y cuando nos vayamos que no quede ninguna huella de los mismos.

Enfermedades
En cuanto a aporte de enfermedades tenemos que tener muy presente que no debe asistir al campamento ninguna persona portadora de enfermedades contagiosas, no solo por el evidente peligro que ello supondría para la salud de los demás acampados, sino también porque muchas de nuestras enfermedades son trasmisibles a los animales, que además están menos protegidos contra ellas que nosotros.
Si observamos algún enfermo de este tipo, debemos evacuarlo inmediatamente.

Residuos Sólidos
Los residuos sólidos se pueden dividir en orgánicos, que son los restos de comida, e inorgánicos: plásticos vidrios cartones, papeles y metales en general.
Todos estos residuos suelen terminar en un hoyo de desperdicios que se quema diariamente y se cierra al final del campamento. Esta desde luego no es una buena solución, pues enterrar estos residuos no supone no contaminar sino esconder la contaminación bajo tierra, además de la contaminación que supone la quema de ciertos residuos.
La solución a este problema puede ser múltiple. Ante todo, hay que separar y clasificar los residuos: por una parte los restos de comida, por otra parte los cristales y metales, por otra los papeles y cartones y por último, los plásticos.

Para los restos de comida hay dos soluciones:
·
El hoyo de desperdicios no debe ser único en el campamento. Es mejor hacer varios hoyos con una capacidad aproximada de 2 metros cúbicos en cada uno, de los que sólo llenaremos el primer metro cúbico con residuos y utilizaremos el segundo para tapar el hoyo. Es importante esto para evitar que los animales desentierren las basuras.
·
Es mejor hacer los hoyos más profundos que anchos. Hay que situarlos siempre lejos de fuentes o laderas que viertan agua al río.
·
Los restos de comida los echaremos diariamente procurando que no se apelmacen. Después de cada vertido, echaremos una capa aproximadamente de igual grosor que ésta compuesta la mitad por hojas y pequeñas ramitas y mitad por tierra; de esta forma, la asimilación de residuos por el terreno será posible en un corto periodo de tiempo. Al tapar el hoyo no debemos dejarlo al nivel de la tierra sino con un sobrante en forma de loma que bajar cuando lleguen las primeras lluvias.


En muchos pueblos los restos de comida se utilizan para alimentar a los animales o para hacer compost o abono. Podemos conversar con alguien del pueblo más cercano la recogida diaria de nuestros desperdicios que, de esta forma, además de no contaminar el terreno donde acampamos puede ayudar económicamente a la gente que nos deja sus tierras para montar nuestro campamento.
Esta solución no es fácil, pero quizá sea la más idónea, por lo que supone de reconversión de los residuos.

En el caso de los cristales y los metales, lo mejor es acumular estos residuos durante todo el campamento en un lugar que nos permita devolverlos a la ciudad donde con seguridad encontraremos plantas de reconversión de cristales y chatarreros que nos podrán comprar estos metales que a nosotros ya no nos sirven.
Es muy importante no dejar ni un solo cristal ni un solo clavo en el campamento; recordaremos siempre que un cristal puede ser la causa de un incendio y un clavo puede ser mortal para los animales domésticos o para los que utilicen aquel lugar después de nosotros.
Con respecto a los papeles, cartones, trozos de cuerda o trapos, lo más sencillo es quemarlos, a ser posible en nuestras cocinas, utilizando así estos residuos en sustitución de la madera.
Los plásticos y similares, como pueden ser los papeles de aluminio, representan un problema mayor. La única solución es devolverlos a la ciudad donde cabe la posibilidad de que sean destruidos de una forma no contaminante; nunca se debe dejar enterrado un plástico, pues la naturaleza no es capaz de asimilarlo; tampoco llevarlo al pueblo más cercano soluciona nada pues todos sabemos que en los pueblos existe la costumbre de verter los residuos comunales al río y esto sería como cambiar el problema de sitio.
Con respecto a los residuos, unos últimos consejos:
Procurar no llevar plásticos al campamento.
No comprar nunca envases sin retorno.
Clasificar y enseñar a clasificar a los acampados la basura.
Limpiar diariamente el campamento de los pequeños residuos, como papeles, colillas de cigarrillos, trozos de cuerda, etc.

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